El domingo 23 de abril, en la ciudad de Bogotá, se llevó a cabo el Gran Seminario Bíblico con el pastor de la sede de Busán en Corea del Sur, Shin Gun Ha. Durante este gran seminario se contó con la presencia de los hermanos de otras regiones del país y más de 100 invitados nuevos a la iglesia, lo cual fue motivo de mucha alegría.
Después de los himnos, testimonios y la oración dirigida por el pastor principal de Misión Buenas Nuevas Colombia, el pastor Juan Park, los participantes tuvieron la oportunidad de disfrutar el concierto del grupo K-Stars, ocho universitarios coreanos que decidieron su corazón para ir por el mundo cantando para el Evangelio. El grupo inició su presentación con la canción: «Diez mil razones para amarte«. Mientras disfrutaban de la presentación, se abría el corazón de los asistentes para oír el mensaje. Sin límites idiomáticos, con el lenguaje de Dios a través de las canciones coreanas, se llenaban los corazones de felicidad. Los asistentes se pusieron de pie y cantaron juntos «Color esperanza» con gran entusiasmo.
«Mira que te mando«, un himno creado por el pastor Shin Gun Ha, fue también interpretado, fascinó y animó a tener la fuerza que viene de Dios. Junto con otras canciones como «Aquí estás» tuvimos un tiempo para adorar al Señor. Sin embargo, los asistentes llenos de gozo, a la voz de «otra, otra» abrieron la puerta para que sonara «El poder de tu amor» en coreano y español, así, se experimentó la unión de la iglesia sin importar la diferencia de cultura o idioma, todos en un mismo corazón.
Llegó el momento más importante de la noche: la predicación del pastor Shin Gun Ha. A través de 2 Samuel 10, el pastor explicó cómo ser justos y sobre el poder de Dios para lograrlo. Aclaró que antes de que se conozca la manera de ser justo, puede parecer difícil, pero una vez que se le conoce, es fácil aceptarlo y reconocerlo. Asimismo, enseñó acerca de poder reconocer esta salvación que hemos recibido; a simple vista no podemos hacerlo, sino que teniendo en cuenta Romanos 10:10 y Apocalipsis 20:12, estaremos seguros de nuestra salvación y seremos testigos del milagro en otros.
“Generalmente, la gente intenta llevar una vida correcta cumpliendo la ley, esto hace que se sientan buenos y de esta manera se alejan de Dios. Pero, por más que lo intenten, estas leyes son incumplibles. Uno se cansa de intentar cumplirla. Solo si podemos entender la razón por la que existe la ley, nos libraremos de esta carga; la ley es para que nosotros nos demos cuenta del pecado”, expuso el pastor expositor.
A través del ejemplo del final de la Segunda Guerra Mundial, el pastor compartió acerca de los ataques nucleares de Hiroshima y Nagasaki (agosto de 1945). “Nosotros conocemos la versión en la que más de 90 mil y 60 mil personas murieron, respectivamente, pero poco se ha contado del anuncio que hizo Estados Unidos previamente al lanzamiento de las bombas. Muchas personas estaban advertidas de lo que sucedería, sin embargo, no huyeron. ¿Por qué? Porque no creyeron, ¿y por qué no creyeron? Porque no confiaron. La desconfianza es el error más grande. Lo mismo ocurrió a dos militares japoneses, quienes aun habiendo terminado la guerra no creyeron y vivieron como si nada hubiera pasado. Igualmente sucedió en el tiempo de Noé, el pueblo no creyó que vendría el juicio y por eso murieron, pero Dios había dispuesto ya la salvación por el arca. Sin embargo, esta no es la historia de los japoneses o de los antiguos, sino tal vez la de muchos de nosotros. El pecado ya se acabó, Jesús ya solucionó este pecado hace más de 2 mil años, pero no creemos esta noticia. El Evangelio que nosotros predicamos, es el mismo Evangelio que predicaban los discípulos. Si creemos en esto, podremos recibir la bendición. Jesucristo muriendo en la cruz, dejó todo limpio, no a medias, sino todo, somos justos por Jesucristo. Todo el pecado se acabó en la cruz. Adicional a eso, también hizo un acuerdo con nosotros, que vayamos y prediquemos, que Él se encargara de nuestras vidas. Nos llama justos mirando a Jesucristo. Nosotros no somos justos porque nuestras obras sean perfectas. Mientras nosotros predicamos el Evangelio, Dios nos proverá de todo lo que necesitamos. Ya fuimos creados para vencer al mundo a través de la fe (1 Juan 5: 4). Aunque cometamos errores, Dios no se decepciona porque lo que ve Dios es a Jesucristo. Dios sabe quiénes somos y su interés está solamente en nosotros (Salmos 16: 3). Por eso, damos un paso hacia adelante para el Evangelio, ya que sí o sí, Dios va a trabajar”, afirmó el pastor Shin Gun Ha.
Agrademos a Dios porque nos permitió predicar el Evangelio a muchas personas a través de este hermoso seminario. Esperamos que las personas que escucharon la palabra en este evento, lleven la vida de creencia y continúen compartiendo el Evangelio.