Del 14 al 22 de agosto se llevó a cabo la Gran Gira Evangelística con el pastor Eduardo Arellano, pastor de la sede de Cuautitlán en la Misión de México. La gira recorrió las 4 ciudades más importantes de Honduras: Villanueva, San Pedro Sula, La Ceiba y Tegucigalpa. Se contó con la participación de 550 personas, entre las cuales 400 eran personas nuevas que pudieron confirmar la salvación.
El 14 y 15 de agosto se realizó la Conferencia Bíblica: “De la Esclavitud a la Libertad” en la Iglesia Buenas Nuevas Villanueva. Después de los himnos, testimonios y la oración dirigida por el ministro principal de Misión Buenas Nuevas Honduras, el misionero Santiago Lee, los hermanos pudieron escuchar la palabra de Dios a través del pastor Eduardo Arellano, quien tomando como base el libro de Romanos explicaba cómo se introdujo el pecado al mundo a través de Adán y cómo pasó a nosotros como una herencia. De igual manera mostraba que el pecado no es robar o matar sino el dejar la palabra de Dios por la mentira de Satanás. Posteriormente, el pastor explicó que de nosotros no es posible que salga algo bueno, por lo cual es imposible cumplir la ley. Satanás viendo tal situación nos da condenación y culpabilidad.
Por la desobediencia de Adán somos constituidos pecadores; sin embargo, la Biblia nos habla del amor de Dios, el cual fue demostrado por medio del sacrificio de Jesús para quitar nuestro pecado y la condenación. Creyendo en su obra, recibimos la justificación de Dios, el perdón de nuestros pecados. “Hermanos, es necesario que nosotros creamos en Jesucristo quien nos redime, justifica y otorga una vida gloriosa dentro del Evangelio”. Así finalizaron ambos días de la Conferencia Bíblica en la ciudad de Villanueva.
Por medio de la invitación otorgada por la Junta Directiva de la Asociación de pastores y ministros evangélicos de San Pedro Sula, el pastor Eduardo Arellano tuvo la oportunidad de compartir la palabra de Dios con más de 50 pastores reunidos.
Durante la reunión, el pastor compartió por medio de San Juan, capítulo 5. El pastor explicó cómo al creer en la obra redentora de Jesús, podemos recibir el perdón de nuestros pecados. Sin importar cuán malos hayamos sido, la sangre de Jesús es lo suficientemente eficaz para limpiarnos de nuestro pecado, justificarnos y hacernos uno con Dios.
El miércoles 16 de agosto el pastor Eduardo Arellano fue invitado por la pastora Lina Martinez para poder compartir un mensaje de fe y salvación en el Ministerio Honduras Evangelismo, iglesia donde ella está ministrando.
El pastor Arellano compartió la palabra de Dios por medio de San Mateo, capítulo 23. “Durante la vida de fe, Satanás lanza dardos de fuego, atacando nuestro corazón para creer en nuestra propia obra y pensar que somos perfectos, dejando a un lado la obra de Dios; sin embargo, a medida que leemos la Biblia, nos damos cuenta de que siendo hijos de Dios solamente debemos creer en su palabra y no en la mentira de Satanás”, mencionaba el expositor.
“La verdad que aparece en la Biblia es que la sangre de Jesucristo nos justificó de todo pecado y nos redimió para siempre”, puntualizaba el pastor Arellano.
El jueves 17 de agosto el pastor Eduardo Arellano fue invitado por el apóstol Frank Aranda para que compartiera la palabra de Dios en el Ministerio Internacional Kairos.
El pastor Arellano compartió la palabra de Dios tomando como ejemplo a la mujer de flujo de sangre que tocó el borde del manto de Jesús para poder recibir la sanidad de su cuerpo y la salvación de sus pecados. “Esta mujer, tocando el manto de Jesús, pudo reconocer en su corazón la necesidad que tenía y darse cuenta de que Jesús era su único camino a la salvación. Humillando su corazón delante de Dios, pudo creer en su palabra. Su corazón fue guiado a Cristo”, dijo el pastor. De esta manera, todos los presentes pudieron aprender que si nos acercamos confiadamente a Dios como una sola Iglesia guiada por su Espíritu Santo y somos instruidos por su palabra que nos dice que Jesús ha perdonado todos nuestros pecados, nos ha limpiado y ha llevado todas nuestras enfermedades a la cruz, podremos vivir maravillosamente creyendo que las promesas que Dios dijo para nosotros se cumplirán.
El Congreso de Líderes Cristianos (CLF) se realizó en la ciudad de La Ceiba el 17 y 18 de agosto en colaboración con la Asociación de pastores evangélicos de La Ceiba, presidida por el pastor Juan Martínez, tomando como sede el auditorio de la Iglesia Rosa de Sarón.
El pastor Eduardo Arellano compartió ante más de 130 pastores y líderes el libro de Romanos. Explicó cómo el ser humano en su afán de creer que es perfecto no puede ser guiado por la obra de Dios sino que queriendo hacer su obra primero y posteriormente aceptar la guía de Dios, acorde a la enseñanza tradicional que se nos ha inculcado, intenta obtener la justificación por medio de la obra. El pastor Arellano señaló los dos grandes fundamentos teológicos de la Biblia: la justicia de Dios que se muestra por fe en Jesucristo y la vida de fe. Partiendo de estos dos puntos el pastor explicaba que por medio de nuestro esfuerzo nunca podríamos recibir la justicia de Dios, ya que en nosotros solo hay maldad e inmundicia, por lo cual la justicia de Dios se revela por la fe en Jesucristo, quien viniendo a este mundo murió y derramó su sangre como sacrificio perfecto, no como los que se hacían según la ley sino como una ofrenda santa y perfecta la cual limpia, justifica y santifica a todos los que creen.
El Congreso de Líderes Cristianos (CLF) se realizó en la ciudad de Tegucigalpa el 20 y 21 de agosto. El pastor Arellano compartió ante más de 50 pastores y líderes cristianos de diferentes denominaciones el tema “Estudio Bíblico en Libro de Romanos”. Durante 4 sesiones el pastor explicó el propósito de la ley y cómo recibir la justicia de Dios por medio de la obra de Jesús.
El primer día el pastor compartió Romanos 1:1-15 para explicar cuál es la verdadera naturaleza del hombre impío que, engañado por Satanás, se alejó de la palabra de Dios para seguir su propio pensamiento. “La palabra de Dios no se puede contradecir a sí misma sino que, al contrario, la misma palabra da testimonio de cómo Dios justificó al hombre en Cristo Jesús”, mencionaba el pastor.
El segundo día compartió Romanos 3, explicando que el pecado es dejar la verdad de Dios y creer en la mentira de Satanás para no entender la obra perpetua hecha por Dios, la cual nos permite conocer el perdón de los pecados, que no se obtiene con nuestra propia obra. “Hoy en día hay muchos cristianos que piensan que haciendo una oración pueden ser libres de sus pecados pero realmente no es así. La palabra dice que sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados, por lo cual fue necesario que alguien muriese por ellos. Jesucristo mismo, presentándose como ofrenda perfecta, nos dio la redención eterna. No hay nada que hacer sino creer solamente en esto, así nos convertimos en justos, santos y perfectos, personas que tienen el mismo corazón con Dios”, exponía el pastor.
El 21 y 22 de agosto se realizó por la noche la Conferencia Bíblica: “De la Esclavitud a la Libertad” con el pastor Eduardo Arellano en la sede de la Iglesia Buenas Nuevas Tegucigalpa.
Durante ambos días el pastor compartió con los presentes la manera en que nosotros podemos obtener una vida bendita y gloriosa trabajando junto con la Iglesia y recibiendo la guía del siervo. Explicó cómo Dios, permitiéndonos el perdón de nuestros pecados, nos ha dado también sus promesas descritas en la Biblia, las cuales se cumplen día con día en nuestra vida. “Como el ciego que aparece en la palabra, superficialmente podemos ver que Dios le permitió recobrar la vista pero si miramos más a detalle nos damos cuenta de que este ciego es el equivalente a nosotros. Durante mucho tiempo, siguiendo la mentira de Satanás, no pudimos ver la obra de Dios hasta que Jesús, limpiando nuestro pecado, nos guio, permitiéndonos ver cómo continuamente está trabajando en nosotros”, mencionó el expositor. A medida que experimentamos creer en Dios, nuestra vida realmente cambia, no importando nuestra condición o situación, solo creyendo en la palabra que Dios dijo porque así como la dijo, «así la cumplirá”, concluyó el pastor.
Agradecemos a Dios, quien nos permitió tan bendito tiempo en el que los hermanos pudieron escuchar la palabra a profundidad y muchas personas nuevas, incluyendo pastores y líderes, nos acompañaron para escuchar la palabra y meditar ante la Biblia sobre el corazón de Dios.