Ciudad de México. Del 6 al 8 de noviembre se llevó a cabo el Retiro Espiritual de Ministros de la Misión Buenas Nuevas en Centroamérica. 115 ministros de diferentes países centroamericanos han participado en dicho encuentro; México, República Dominicana, Haití, Costa Rica, Honduras, Guatemala, Panamá y Nicaragua estuvieron presentes. El pastor Pablo Shin, director general de Misión Buenas Nuevas en México, Centroamérica y el Caribe, fue el expositor principal durante el retiro.

La iglesia central de la Misión Buenas Nuevas en México, ubicada en la alcaldía Xochimilco, al sur de la Ciudad de México, fue la sede del encuentro; no solamente los misioneros, pastores y evangelistas participaron, también asistieron los hermanos directivos de diferentes iglesias, a quienes Dios ha levantado para ser valiosos colaboradores en la iglesia del Señor.

El primer día comenzó de madrugada con el tiempo devocional con el pastor Giovanny Vargas de Costa Rica, quien compartió la palabra, después llegó el tiempo de academias bíblicas, la academia A fue impartida por el pastor Hansol Lee de República Dominicana, quien compartió con el tema “Dios quien vive”, la academia B fue impartida por el pastor Jong Hun Lee de Haití, con el tema “Historia de la Iglesia”. La conferencia principal de la mañana fue dirigida por el pastor Pablo Shin, quien compartió con base a Éxodo 2:23-25, enseñando que las promesas de Dios se hacen realidad en nosotros por la herencia en Cristo recibida por medio de los preciosos siervos de Dios, a través de la senda antigua.

Por la noche, en la conferencia principal, el pastor Shin predicó con base a 2 Corintios 3:1-6, enseñando que la capacidad originalmente no se encuentra en nosotros sino únicamente la debilidad; sin embargo, a alguien que Dios ha llamado por su siervo, verdaderamente lo ha hecho un ministro competente.

El segundo día igualmente comenzó con el tiempo devocional, compartiendo el pastor Abraham Ramos de México, en el tiempo de academias, el pastor Emmanuel Kim, pastor dirigente de Misión Buenas Nuevas en República Dominicana, compartió con el tema: “El evangelio y la imposición de manos” en la academia A, para la academia B, el pastor Samuel Choi, pastor dirigente de Misión Buenas Nuevas en Puerto Rico, compartió vía videoconferencia con todos los ministros sobre el tema de “Ofrenda bíblica”.

La conferencia principal de la mañana fue dirigida por el pastor Emmanuel Kim, quien compartió con base al libro de Rut, hablando sobre la bendición que Dios quiere darnos en Belén a pesar de que venga el hambre y la dificultad, siendo Belén la sombra de Jesucristo; dijo que en Moab solo hay maldición pero dentro de Jesucristo el Padre trabaja hermosamente.

Por la noche, en la conferencia principal, el pastor Pablo Shin habló sobre el tiempo de Josué, un tiempo espiritual en donde el pueblo servía a Dios, y el tiempo de los jueces, en donde cada quien hacía lo que mejor le parecía; hay una diferencia muy grande entre Sansón y David, comentó el pastor, Sansón no tuvo guía en su vida, su vida acabó miserablemente, mientras que David siempre tuvo profeta de Dios guiándole, se convirtió en un varón conforme al corazón de Dios.

Para el último día de retiro, el programa inició con un tiempo de comunión y caminata al aire libre, en donde los ministros pudieron estar en contacto con la naturaleza y compartir el corazón unos con otros. En el tiempo de academias, el pastor Marcos Lee, pastor dirigente de Misión Buenas Nuevas en Panamá, compartió el tema: “Señales de los últimos días”.

En la noche se realizó la clausura del Retiro Espiritual de Ministros de Centroamérica con un Culto Unido, al que participaron no solamente los ministros y directivos sino también los hermanos de la zona metropolitana. El pastor Shin compartió con base en San Juan 5:1-9, enseñando cómo Jesucristo puede acercarse a nosotros, bendecirnos, cubrirnos de gracia; comentó el pastor que es necesario regresar a la postura original del hombre: ¡Nada puedo hacer por mi mismo!, entonces Jesucristo trabajará en nuestras vidas con gran fuerza.

Dios ha permitido un tiempo de edificación y aprendizaje para todos los ministros centroamericanos, quienes también han unido su corazón unos con otros por medio de las comuniones, el compartir la mesa y practicar deporte juntos; además de testificar sobre sus dificultados y cómo Dios ha trabajado en sus vidas. Dios trabajará poderosamente en cada ciudad, en cada estado y en cada país de Centroamérica por medio de su precioso evangelio, de su iglesia y de sus siervos.