Del 8 al 10 de abril de 2024 se vivió en la sede principal de la Iglesia Buenas Nuevas en Bogotá, Colombia, el Retiro Espiritual para toda la familia, en donde los hermanos y sus invitados tuvieron la gracia de recibir la palabra de Dios a través del expositor invitado, el pastor Hak Cheol Kim, ministro principal de Misión Buenas Nuevas Tailandia.
Semanas antes del evento, los ministros y hermanos de las diferentes ciudades llegaron a Bogotá para apoyar en la preparación de este maravilloso tiempo que fue de gran bendición para todos, pues por medio de las prédicas impartidas por el pastor y las actividades preparadas para las jornadas, el corazón de todos los participantes pudo unirse en esperanza, plenitud y gozo en el Señor.
El trabajo de Dios se reflejaba en el rostro de los hermanos. Él habló a cada corazón a través del expositor, quien con su impactante testimonio de vida antes y después de entrar al seminario y el tiempo en el que fue enviado como misionero a Tailandia, transmitió la fe que cada uno necesita para vivir con plena confianza y firme certeza de que Dios es nuestro ayudador.
La iglesia en Tailandia creció gracias al trabajo de Dios, a la fe que Él puso en el corazón del siervo, quien a través de Hechos 12 mencionaba: “Para el que duerme, las puertas de hierro se convertirán en puertas automáticas, así como para Pedro en la cárcel, estando dormido confiando en el Señor, el ángel lo visitó y abrió las puertas para su salida”.
Los más pequeños también vivieron un tiempo inolvidable, sonreían, escuchaban y recibían el Evangelio en sus corazones con la sencillez que los caracteriza. Presentaciones, juegos, actividades, todas ellas preparadas con amor especialmente para ellos, por cada maestro de la Escuelita Bíblica Soñadores.
Este Retiro Espiritual fue sin lugar a duda un tiempo de regocijo y doble porción de gracia para la iglesia en Colombia. Agradecemos a Dios por traer a su siervo, el pastor Hak Cheol Kim, desde Tailandia a Latinoamérica, especialmente a Colombia. Atesoramos por siempre su mensaje final en nuestro corazón: “Así como el Señor trabajó en Tailandia, creo que trabajará de la misma manera para Colombia”.