Mientras el viaje evangelístico a las islas de Fiji, el pastor Yeong Jun Park y sus acompañantes realizaron el Congreso de Líderes Cristianos CLF en el lado oriente de la isla.
A causa de los huracanes se tuvo que cancelar en algunos lugares, pero podíamos ver cómo Dios abría nuevas puertas para poder predicar el Evangelio, así se pudo ver como en Fiji comenzaban las obras del libro de Hechos.
Desde el 16 al 22 de febrero se realizaron las conferencias y se compartió el evangelio en la Universidad de Policía, en la Asociación Nacional de Maestros y en las cárceles.
Cada noche se hacían los seminarios bíblicos en las iglesias de Namuka, metodista Taniela y Valelevu, los domingos en la mañana en la iglesia metodista Noco. En cada prédica se compartía el evangelio y alrededor de 1000 personas confirmaron su fe en la salvación, además muchos pastores participaron del Congreso.
Sobretodo mientras el seminario realizado en la iglesia de Noco, una pastora encargada del sector invitó a los pastores a una predica en su iglesia.
Esta iglesia se encuentra a una distancia de 40 minutos del lugar de reunión, los nativos aceptaron muy alegremente al grupo del pastores diciendo «es la primera vez que vienen invitados a nuestro pueblo». Ellos demostraron su agradecimiento con una deliciosa comida.
El pastor Yeong Jun Park compartió sobre el libro de San Juan 4, la historia de la mujer samaritana y el sacrificio que hizo Jesús en la cruz, «Ahora nosotros dejamos esa ropa del pecado y nos vestimos de la nueva ropa para entrar al cielo.»
La pastora Unaisi comentó «Al principio me preocupaba por mi salvación, pues no sabía que hacer si volvía a pecar. Pero por medio de la enseñanza del pastor Jeong Jun Park aprendí sobre la fe, esto trajo mucha esperanza y alegría pues al creer en la palabra ya somos libres del pecado. Ya ahora Dios no se acuerda de nuestros pecados, sino que Jesús ya cargó todo en la cruz. Por esto somos justos y limpios».
También se compartió en la iglesia de Loma, el pastor predicó «hemos sido nuevos, vestidos con el cuerpo de la justicia creyendo que todos nuestros pecados han sido lavados».
Desde el 16 al 18 se hizo el seminario en la iglesia de Namuka.
Con la invitación del diácono Vosa Kolinisau, familiar del hermano Gori, se visitó la iglesia de Namuka y durante 3 días se realizó el seminario, cada noche se reunieron aproximadamente 100 personas y comentaban «Al escuchar la palabra tengo la seguridad sobre la salvación y creemos que somos justos».
El diácono Vosa mientras preparaba esta seminario comentó «Lo que habíamos aprendido hasta ahora está equivocado, tenemos que aprender de nuevo». El diácono es profesor de la Universidad Nacional de Fiji, organizó también una reunión junto con el director de la universidad para que muchos jóvenes puedan escuchar el evangelio. También escuchando la predica dijo «Por medio de la prédica de hoy en la noche, el pastor ayudó a abrir nuestro corazón. ¡Hermanos ustedes ya son justos, ya ha sido limpio nuestro pecado! nos decía el pastor Yeong Jun Park esto fue asombroso, hasta ahora vivía pidiendo perdón pero hoy escuchando la palabra me di cuenta que todo esto es innecesario».
La joven Serai al escuchar la palabra testificó diciendo «Hasta ahora nunca había escuchado un evangelio así. Por medio de esta enseñanza ahora conozco cómo mi nombre es escrito en el libro de la vida. Ahora por la paga del pecado soy justa y por la Resurrección de Cristo. El estudio bíblico de esta noche también me hace comprender mucho. Antes de dormir, cada momento pedía perdón, pero en este seminario aprendí desde cero y ahora conozco que Dios ya no se acuerda más de mis pecados, sino que nos limpió eternamente. Ahora puedo decir que soy justa y limpia, en mi corazón lo he podido creer, muchas gracias».
El grupo de evangelización viajó a diferentes lugares de la isla de Fiji para que se cumpla la palabra del libro de Hechos «Me seréis testigos hasta lo último de la tierra.» Ahora esta semilla del Evangelio crecerá, florecerá y dará fruto. Queremos compartir este evangelio a cada rincón de Fiji y así que no haya nadie sin escuchar este valioso Evangelio.