“Dios, por favor, ¡ten piedad de Corea! ¡Por favor, salva a los cristianos de Corea con Tu verdadero evangelio! ¡Por favor envía a uno de Tus siervos renacidos!”
Norman Grubb
Un día de verano en 1954, de regreso en avión desde Corea a Inglaterra, un inglés derramó lágrimas mientras que oraba con sinceridad.
Fue una oración honesta para la iglesia coreana, para los cristianos coreanos y para la gente coreana.
El hombre que estuvo orando tan sinceramente por Corea, a pesar de no ser coreano, era el presidente de una misión internacional del evangelio, la Cruzada Mundial de Evangelización (ahora WEC Internacional), Norman P. Grubb.
¿Por qué un hombre que enviaba a miles de misioneros por todo el mundo tenía que orar tan fervientemente por Corea?
Su oración contiene un significado muy profundo e importante.
A través de esa oración, podemos percibir el estado espiritual de Corea en aquel entonces. Pero, antes de indagar en por qué Norman Grubb tenía que orar tan fervientemente por Corea, primero vamos a observar la organización en la cual él era presidente, WEC Internacional.
“Si Jesucristo es Dios y murió por mí, entonces ningún sacrificio que yo ofrezca a Él puede ser mayor para mí.” (Charles Studd)
Universidad de Cambridge, localizado a una hora a las afueras de Londres, Inglaterra.
En una universidad en donde personajes notables como Newton, Byron, Wordsworth y otros estudiaron, había un hombre joven renombrado como el mejor jugador de cricket de toda Inglaterra.
El nombre de esta figura tan popular era Charles Thomas Studd.
Nacido en 1862, en el seno de una familia rica, asistiendo a la Universidad Eton, un colegio para la aristocracia y viviendo en afluencia, su padre recibió la salvación a través de Charles Spurgeon y D.L. Moody, quien estaba alumbrando Inglaterra con el fuego del evangelio. Él también llegó a tener contacto con el evangelio.
Durante su tercer año en la universidad, inspirado por el sermón de Moody, su corazón se apartó del mundo y decidió vivir para el evangelio.
Por consiguiente, él donó la inmensa herencia que recibió por parte de su padre al Instituto Bíblico de Moody, al orfanato de George Muller y a la Misión del Interior de China de Hudson Taylor. Luego, él mismo se ofreció para trabajar con Hudson Taylor como misionero en China.
Después de estar 10 años en China, regresó y predicó el evangelio a los estudiantes universitarios de Inglaterra, y, por medio de la invitación de Moody, a los estudiantes universitarios de América. También dirigió innumerables estudiantes universitarios para ser misioneros, convirtiéndose en el líder del “Movimiento Estudiantil Voluntario”.
Por consiguiente, continuó con su trabajo de misionero en China (18 años), India (6 años) y Africa (18 años), anunciando el evangelio hasta que falleció a los 71 años de edad. En 1918, inició WEC, estableciendo la fundación para enviar a innumerables misioneros a todo el mundo.
Él estaba tan apasionado en predicar el evangelio, al igual que su yerno Norman Grubb. Fue llamado Studd, “un siervo de Dios que se entregó completamente a anunciar el evangelio sin descansar, sin recreaciones, ni vacaciones”.
Después de que Studd falleció, Grubb se hizo cargo de WEC en su lugar, viajando por todo el mundo, anunciando el evangelio y enviando misioneros.
Mientras que WEC estuvo bajo el liderazgo de Charles Studd y Norman Grubb, fue una de las llaves que Dios usó poderosamente como un instrumento para traer el evangelio al mundo.
(Actualmente, las sedes de WEC Internacional están ubicadas en Oxford Road en Londres, Inglaterra).
En aquel entonces, Norman Grubb enviaba misioneros prioritariamente a países que no tuviesen el evangelio, sin embargo, Corea estaba excluida de la lista.
Corea ya era una tierra con una misión establecida, en donde habitaban misioneros que habían sido enviados de América, y daban noticias de la llegada de un gran avivamiento cristiano. Todo comenzó en 1884, cuando el Dr. Horace N. Allen (Rama Presbiteriana Americana del Norte) estableció Kwanghyewon (el primer hospital coreano utilizando medicina occidental), el cual fue nombrado por Gojong (el vigesimosexto rey de la Dinastía Jeseon de Corea y el primer emperador del imperio coreano).
Pero llegaría el momento que dejaría en shock a Norman Grubb cuando él vio el estado real de la iglesia coreana.
“¿Por qué usted envía tantos misioneros a todo el mundo pero ninguno a Corea?” (Jay Charlbis)
En agosto de 1954, después de que Norman Grubb concluyó algunos trabajos misioneros importantes en Japón, estaba esperando en el Aeropuerto de Tokio para tomar su vuelo de regreso a Inglaterra.
En ese momento conoció al profesor Jay Charlbis (Bautista Americano, Ministerio Juvenil), quien había sido invitado para dar una conferencia en el Centro de Retiro de la Montaña Joo-am en Daegu, Corea, al igual que a otras iglesias de Corea.
Sólo habían oído hablar de cada uno, pero mientras que conversaban, reconocieron sus labores y se sintieron muy satisfechos.
“Norman Grubb, ¿alguna vez ha estado en Corea?”
“No. Nunca he estado allí.”
“¿Por qué usted envía tantos misioneros a todo el mundo excepto a Corea?”
“En Corea, llevan a cabo diariamente la hora piadosa y se manifiesta el avivamiento, es realmente necesario enviar misioneros allá?”
“Usted solo ha escuchado acerca de Corea por otros, pero usted mismo nunca ha ido, ¿verdad?”
“Es correcto…”
“Entonces vamos a usar esta oportunidad para ir juntos. Corea es diferente de lo que usted ha escuchado.”
Al final, siguiendo el consejo del profesor Charlbis, Norman Grubb reportó su cambio de planes a Inglaterra y vino a Corea.
Por primera vez fue testigo de una escena en la cima de una montaña, en el cual asistieron mil personas aproximadamente. El quedó en shock cuando vio a innumerables personas subiendo la montaña, orando y llamando a Dios.
Pensando que “las personas coreanas eran muy celosas,” y siendo el expositor del culto de la tarde, predicó sobre la vida de creencia y acerca de los cristianos nacidos de nuevo.
¡Lo más sorprendente fue que mientras ellos escuchaban sus palabras, la mayoría dormitaba!
Al viajar por todo el mundo y predicar a muchas personas, esta era la primera vez que experimentaba esto, y se preguntaba si la traducción estaba mal. Sin embargo, no era así, no había nada mal en la traducción.
“Queridos santos de Corea, me gustaría preguntarles algo a todos ustedes.”
“Si hay alguien entre ustedes que todos sus pecados hayan sido lavados y que realmente hayan nacido de nuevo a una persona justa, por favor levante la mano.”
Casi como si hubiesen recibido un balde de agua fría, la multitud permaneció en silencio. Entre mil personas, sólo un par se miraron y comenzaron a levantar la mano pero inmediatamente la bajaron. Cuando Norman Grubb contempló esto, quedó en shock.
“¿Cómo puede ser esto posible…? ¡Esto quiere decir que todos estos cristianos no han nacido de nuevo y solo han sido celosos! ¿Esto es de lo que se trata todo esto?”
¡Cristianos celosos y superficiales, no tienen nada que ver con el evangelio!
Este era el verdadero estado espiritual de la iglesia coreana visto por Norman Grubb, la cabeza de una de las organizaciones misioneras más grandes del mundo, WEC.